Obra civil medioambiental | técnicas
Buscando el equilibrio natural entre el gris y el verde.
Muro de gaviones
Un gavión, consiste en una caja o jaula -de ahí su nombre-, normalmente de forma prismática, rectangular o cuadrada, elaborada con un enrejado metálico de mallas hexagonales de acero de triple torsión o mallas electrosoldadas, confeccionadas con alambre de acero galvanizado reforzado.
Estos gaviones se llenan con piedra de cantera, cantos rodados, hormigón reciclado…, pero también se pueden rellenar de otros materiales: como la madera, el vidrio, u otros elementos de los que se disponga; resultando estructuras ornamentales o artísticas.
Estas estructuras, TALIO suele montarlas “in situ”, siempre que la obra lo permita; pudiéndose montar prefabricadas -cuando la ejecución no es viable, como es en el caso de emergencias-; si el tiempo de ejecución es muy reducido, o lo es el espacio –por ejemplo, en una vía férrea-.
Todo el alambre de su estructura y tirantes, es galvanizado, reforzado con aluminio (95% Zn + 5% Al) y cumple la Norma EN 10218-1-2, relativa a la resistencia; la Norma EN 10244-2, relativa a la galvanización; la UNE 36730, en lo referente a la calidad de los gaviones de malla de triple torsión; y la UNE 10223-8, en lo referente a los gaviones de malla electrosoldada.
TALIO, empresa especializada en técnicas de obra civil medioambiental, recomienda la ejecución de los gaviones, con la piedra colocada manualmente en las caras vistas. De esta forma concertante, las piedras realzan la estética de la actuación, y la elevan al nivel de arte; pudiéndose aprovechar para construir mobiliario urbano (bancos, papeleras, barandillas, fuentes, u otros elementos decorativos).
Características intrínsecas:
Aparte de su función ornamental, es una alternativa óptima para sustituir a los muros de contención; los cuales deben ser tratados y dimensionados como muros de gravedad, aprovechando así sus características intrínsecas:
- Autoportantes, no necesita fundamentación.
- Permeabilidad, no se consideran sobrecargas hidrostáticas.
- Admiten deformaciones, sin deteriorar sus características.
- El acabado es inmediato, una vez cerrado se pueden cargar.
- Aspecto muy integrador en el paisaje.
- Tiene unas holguras en las entregas de +50 mm, ya que trabajamos con piedras de esta medida.
Normalmente se suministran juntos, para su fácil transporte y montaje “in situ” en su ubicación definitiva. Cosiéndose interiormente y compartiendo sus caras, cohesionan la estructura y de esta forma, nos permite elaborar líneas curvas y entregas directas a los distintos niveles o elementos perimetrales; cosa que las estructuras ejecutadas con módulos prefabricados o premontados, no lo permiten o es mucho más difícil.
Muros de tierra armada
Los llamados muros verdes, muros de tierra o muros ecológicos, realmente son estructuras de terraplén compactadas y armadas horizontalmente por estratos, con diversas tipologías de geomallas de alta resistencia a la tracción, estructuradas de forma que su paramento verticalizado permite su revegetación potencial.
Estos sistemas, se construyen con estructuras autoportantes mediante geomallas, geotextiles, paneles tridimensionales, sistemas de confinamiento celular o armaduras; que por la cara exterior, van recubiertas con otras geomallas más selectivas, que impiden el movimiento de hasta su interior; impidiendo la pérdida de suelo y, permitiendo su revegetación.
La teoría del funcionamiento se basa en el reforzamiento del terreno, mediante el soporte reticular, que transfiere una mayor capacidad llevando al terreno.
Muros de tierra armada
| Diversas Técnicas
Las diversas técnicas de obra civil medioambiental de terraplenado con tierras y con el refuerzo adecuado, permite construir estas estructuras, potencialmente revegetables, en nuestro clima mediterráneo; con ángulos externos variables de hasta 68º y sin limitaciones de altura, y con espectaculares resultados y perfectamente integradas en el paisaje, más aún, si se compara con otras estructuras de contención tradicionales.
Generalmente, se plantean como un muro de gravedad para contención de terrenos, tanto en taludes de desmonte (no es demasiado convencional, debido a la sobre excavación), como en terraplenes, presentando una serie de ventajas respecto a otras alternativas:
- El emplazamiento de los muros suele estar en la zona donde se localizan los terraplenes, con el que su rendimiento es óptimo, al no tener que realizar sobre excavaciones.
- Una vez realizada la estructura del muro y el relleno posterior, se pueden llevar a cabo medidas correctoras de revegetación, mediante la plantación de especies arbóreas y arbustivas y posterior hidrosiembra de la cara vista del muro “verde”.
- Otra ventaja del sistema es que se basa en la rapidez de la ejecución, que lo hace muy adecuado para resolver problemas en trabajos de emergencia.
- La capacidad para absorber los asentamientos diferenciales del terreno. No necesita cimentación, al trabajar por gravedad; es una de sus características.
Muros de tierra armada
| Diversas Técnicas
- Permeabilidad del paramento exterior, que garantiza el drenaje del terreno; manteniendo su integridad estructural. El paramento externo y la armadura de refuerzo constituyen una única estructura, continuada y solidaria.
- Características especiales de fono-absorbencia del paramento externo, que lo hacen muy útil para su utilización como pantallas acústicas; pudiendo absorber valores elevados de energía cinética, constituyendo un obstáculo prácticamente impenetrable, caso de accidente.
- Posibilidad de acabado con un paramento solidario o combinado con la técnica de gavión de piedra; por tanto, se puede utilizar en ambientes inundados o cercanos a láminas de agua.
- Sostenibilidad ecológica, por el ahorro de recursos como hormigón, acero o piedra por m2, comparado con los sistemas de muros de contención tradicionales, incluyendo escolleras o gaviones.
Existen en el mercado algunas técnicas desarrolladas, para facilitar el montaje, como los muros jardinera de madera, gaviones rellenos parcialmente de suelo, paramentos celulares prefabricados, sistemas de confinamiento celular con geoceldas plásticas horizontales, sistemas de encofrados rígidos perdidos tipo Terramesh, etc…
Cunetas y bajantes revegetadas
Dentro de los Sistemas de Drenaje Sostenibles, se encuentran las cunetas verdes. Estas técnicas de obra civil medioambiental tratan de elementos lineales, revegetados con especies herbáceas, con una mezcla de leguminosas y gramíneas, formuladas específicamente para la zona a proteger; para que se convierta en una cubierta estable, autosuficiente y de bajo mantenimiento.
Las cunetas verdes se recomiendan conformarlas con secciones simétricas o asimétricas naturalizadas, diseñadas por un caudal hídrico al igual que las cunetas tradicionales, revestidas con hormigón.
Están proyectadas para conducir y “entretener” el volumen de agua, con el fin de infiltrarse en el freático y favorecer su recarga; permitiendo la infiltración en capas inferiores. Deben generar velocidades inferiores a 1 ó 2 m/s en el agua circulante, para que las partículas en suspensión se puedan sedimentar y no aparezcan problemas de erosiones.
Esta técnica se puede implantar a lo largo de cualquier infraestructura lineal (como carreteras y calles residenciales, parterres de césped…), y para tratar agua de escorrentía de áreas impermeables (como zonas industriales, etc…)
Extrapolando esta técnica, se puede recomendar para sustituir las bajantes prefabricadas o cunetas de guarda (revestidas de hormigón y por tanto impermeables), con la aplicación de geomallas tridimensionales reforzadas; las cuales controlarán el efecto erosivo de arrastre por tracción, aplastando la pendiente y los graves problemas de inestabilidad que pueden ocasionar las bajantes tradicionales.
En bajantes con mucha pendiente, la cubierta herbácea implantada, escogida agroclimáticamente, al recibir el caudal de agua de una avenida, queda literalmente «peinada» a favor de la pendiente; protegiendo la sección de la bajante y recuperándose, después del episodio de lluvias. Además, queda más integrador en el paisaje, que las cicatrices de las acostumbradas bajantes de hormigón.
En la recepción de estas bajantes, se recomienda instalar un sumidero disipador (gaviones, escolleras, balsas de laminación), arenales o pozos de infiltración; para poder controlar las escorrentías y favorecer la recarga del freático, eliminando una gran acumulación puntual de caudal (pulsos), aguas abajo.