Desde TALIO aportamos nuestros conocimientos sobre la estabilización de los taludes para proteger las carreteras.
El trazado de cualquier carretera cuando discurre por terrenos con relieve más o menos abrupto conlleva la generación de taludes. La propia morfología del talud, los agentes geomorfológicos y la meteorología son factores desestabilizadores de los taludes, con lo que, para garantizar la seguridad vial de las carreteras, se hace obligatorio la realización de un mantenimiento correctivo de sus taludes.
Una de las técnicas más utilizadas para la estabilización de los taludes es la instalación de bulones de anclaje.
¿Qué es un bulón de anclaje?
Un bulón o perno de anclaje es una barra de acero introducida en una perforación realizada en el talud e inyectada con lechada de cemento o resinas. La ejecución de anclajes al terreno en obras de carreteras está especialmente prescrita para la sujeción de bloques aislados inestables o masas rocosas inestables con peligro de vuelque o deslizamiento.
Para el diseño de los anclajes se requiere conocer en primer lugar el valor y la dirección de los esfuerzos ejercidos por la estructura a anclar (las cargas nominales), para poder en segundo lugar dimensionar las diferentes partes que forman el anclaje: tirante, longitud libre y longitud del bulbo.
Desde TALIO aportamos nuestros conocimientos sobre la estabilización de los taludes para proteger las carreteras.
Los bulones de anclaje han sido la solución más idónea en una de las intervenciones recientes de TALIO ante el deslizamiento en cuña en un talud rocoso.
ESTABILIZACIÓN DE UN TALUD CON BULONES DE 10 M DE LONGITUD EN LA POBLA DE LILLET
TALIO fue adjudicataria de las obras de Infraestructures de la Generalitat de Catalunya de Medidas Correctoras Ambientales en la Carretera B-402, del pk 15+500 al 16+000, en La Pobla de Lillet. Sin embargo, durante la ejecución de las mismas, el día 25 de noviembre de 2021 se produjo un deslizamiento en cuña en el talud rocoso, que movilizó un volumen de roca de aproximadamente 15 m3.
A raíz de los problemas de estabilidad del talud las obras fueron detenidas a la espera de analizar la situación y proponer las medidas necesarias para asegurar su estabilidad.
El talud lo forma un macizo rocoso con un grado muy elevado de fracturación, donde aparecen familias de discontinuidades, con una interrelación desfavorable, con alternancia de margas y margocalizas de gruesos centimétricos de color gris.
Los procesos que explican la desestabilización del talud han sido múltiples, por un lado la acción mecánica de la máquina durante el proceso de excavación que se estaba llevando a cabo, y de otro lado la configuración morfológica del talud y su elevada pendiente, unidos a los procesos de deterioro superficial por acción directa de la lluvia, la escorrentía y los agentes geomorfológicos, especialmente activos en el ámbito prepirenaico.
Ante la situación se propuso solucionar la estabilización del talud con el uso de medidas activas mediante la ejecución de un sistema flexible basado en una red de cable de acero romboidal de 300×300 de diámetro 8mm, reforzada con cable de acero de 16 mm de diámetro y anclado el conjunto del sistema con una cuadrícula de 2,5 x 3 m con pernos de anclaje tipo Gewi de diámetro 32 y 10 m de longitud.
Esta semana TALIO ha reiniciado los trabajos de la obra, con la estabilización del talud, para seguidamente proseguir ejecutando el proyecto ambiental que prevé la ejecución de un muro con técnicas de bioingeniería (entramado Loricata).